sábado, 21 de febrero de 2009

For you H.


You wonder how it is:

This is the sea, then, this great abeyance.
A gift, a love gift,
utterly unasked for
by the sky.
The blood flood is the flood of love.
My eyes, my lips, my sex.. touching and melting.
I do not flinch, we are untying our disguises.
No limits, a boundless pleasure.
It works, there is nothing wrong with it.
I think I am going up, I think I may rise.
I am flushed and warm.
I am stupidly happy,
like the cat I have nine times to die.
Though for years I have eaten the dust,
now I have my honey, a particular source of sweetness.
How instructive is this!
Dazzling and grateful.
It is a blessing.

(words of Sylvia Plath and me)

Sexto sentido



Porqué será que ya no soy capaz de follarme a un tío, si se que luego no me va a apetecer abrazarle, perderme entre sus brazos, mirarle a los ojos mientras le muerdo la boca, jugar con su lengua, dormir pegada a él y olvidarme del mundo.
Porque la ternura forma parte indispensable para mí dentro del sexo, no importa lo salvaje que sea, lo morboso, tengo que sentir esa conexión que lo convierte en un momento único.
Sentir que en ese particular instante le pertenezco y él me pertenece, la complicidad.
El sexto sentido, ese es el que me activa, el que alborota los miles de neuronas que viven dentro de mi cerebro, no necesito verle, ni siquiera escucharle, a veces son solo sus palabras, las leo y me pongo, me enciendo, solo tres palabras consiguen hacerme palpitar, noto como fluye la sangre por mis venas, me hace sonreir, sentirme viva, el deseo explota de repente, una bruma cargada de imágenes acude a mi pensamiento, me envuelve, me enerva.
Es quien hay detrás de esa polla, de esas manos, de esa boca, lo que me transporta, me seduce, me arrebata, se me lleva el alma, lo hace mágico.
No, no me sirve cualquiera, no me da placer cualquiera que no consiga llegar a ese rincón de mi ser, que sea capaz de estimularme de tal manera, que me conmueva con solo mirarle, magnifica el placer, lo hace auténtico, completo. El orgasmo que me provoca traspasa la piel, me sale del alma, de lo más profundo, capaz de arrancarme las lágrimas, sentir que algo se parte dentro de mí, el éxtasis.
Le miro y veo un cuerpo de hombre perfecto, pero no es suficiente, es como me mira, como se mueve, como me habla, como me toca, como me busca, como inventa, como me cuida. Me inspira, es su capacidad para hacer salir de mí los instintos más carnales, más salvajes, me desconozco y me reconozco más que nunca, soy finalmente yo, la que he llevado siempre dentro, estaba latente. Como si los cientos de piezas de ese puzzle que soy, fuesen encontrando al fin su lugar, viviendo algo nuevo, pero no desconocido, experimentando todo aquello que estaba deseando brotar.
Se ha despertado la fiera, ha salido a la superficie, combinación de pasión y lascivia, deseo animal, buscando límites, retándonos, explorándonos continuamente.
Me entrego y siento que puede hacer conmigo lo que quiera, que yo puedo hacer y decir todo aquello que nunca me habia permitido, he llegado a ese punto de no retorno, subiendo de nivel, abducida, necesito más, imperiosamente más y más.
Una gata salvaje y melosa, muy zorra, muy puta, muy dulce.
El sexo vacío de sentimiento no me parece lo mismo, es un placer simplemente distinto. Lo conozco, lo recuerdo.

viernes, 20 de febrero de 2009

Sábado loco


En moto al centro de la ciudad, un par de compras. Una de ellas un corsé, de lujo, sexy total.
Es en esa tienda dónde veo un flyer de una fiesta bondage, esta misma noche de San Valentín mmm que curiosidad, no puedo dejar de pensar en ello todo el día.
Gimnasio con una amiga, machaque al cuerpo, con jacuzzi y baño de vapor como colofón, 3 horas en total.
De vuelta a casa, suelto la bolsa, como algo, me cambio de ropa y al cine con dos amigas. The Reader, versión original, vaya! esperaba algo diferente, una vez más un tema recurrente.
Después del cine copa de vino en un bar pequeño y selecto.
A casa de nuevo, cambio de ropa otra vez para ir a una cena.
Comida mexicana en casa de amigos, somos 12, cervezas, vino, cava, copas.. Informo gente me voy a una fiesta bondage !! Locura colectiva cuenta, cuenta!!
Les enseño el flyer, hacemos unas risas, enseño foto de mi corsé nuevo.. me voy volando, les dejo muertos de envidia y con la promesa de contarles todo lo que pase al detalle.
Otra vez en casa, 4º cambio de vestuario en un día, corsé (como ponerse sola un corsé y no morir en el intento!) pantalón negro, botines negros de tacón, chupa de cuero que hace mucho frío.
Llego a la fiesta, el local está en el culo del mundo, pero mi curiosidad y obstinación no tiene límite.
Todo oscuro, gente vestida de negro, cuero, vinilo, mucho corsé, ligueros y collares bondage, me pido una copa.
Me instalo cerca de una especie de jaula con una barra en medio a la cual un tipo está atando a una rubia cuyo cuerpo medio desnudo esta cubierto de cuerdas y nudos, juega con las cuerdas y con una fusta, sugerente.
Se me acerca un hombre, viste de negro con corbata y lleva un bastón con pomo cabeza de caballo de plata. Agradable y simpático demonio. Al rato me presenta a su mujer que anda por allí, una mistress morena y tatuada, también a la parejita del numerito bondage, amo y sumisa, auténticos ellos, a otro amigo vestido de negro, con mascara de látex y mordaza, encima una mascara blanca, acompañado de todo tipo de cuerdas y un par de fustas.
El amigo de la mascara se ofrece a atarme, primero una muñeca, con mucha habilidad procede y desaparece, entretanto tengo a un sumiso caballero sujetando mi chupa y controlando que todo va bien.
He venido a mirar, con talante lúdico y de repente me encuentro rodeada de los más locos de la fiesta... vuelve el amigo y termina de atarme la otra mano, la cintura, pasa la cuerda por la pierna, mi pecho.. me habla al oído, me tranquiliza, me traen otra cerveza.
Alrededor la fiesta va discurriendo, la gente se divierte, entra y sale de la jaula, se cuelgan de los grilletes sujetos a la pared, se contonean en la barra.
Flashes y más flashes.
Me dicen al oído, quieres unos azotes? oh sí! cambiamos de escenario, me llevan a otro lado del local bajo un foco y con las manos apoyadas en la pared llega el momento de los azotes con una fusta, el amo me ofrece a su esclava a modo de almohada y la coloca entre la pared y yo, el amigo se emplea a fondo con la fusta, duele, me sonrio, me sorprendo a mi misma de las extrañas situaciones en las que me sumerjo, de mi exhibicionismo, no cambiare nunca.
Finalmente me liberan de tanta cuerda.
Me invitan al office del bar, risas con algunos de los más auténticos del local. Me ofrecen algo para esnifar, lo desestimo.
Divertida fiesta, gente encantadora, proposiciones varias, morbo? no, en un escenario privado seria diferente (lo es, ahora lo se, pero eso es otra historia) no quiero tentar a mi suerte, son más peligrosos de lo que aparentan, me despido fugazmente y desaparezco cual cenicienta rumbo a mi cama.

jueves, 5 de febrero de 2009

Cinco sentidos


Sonrisas, esa emoción en mi espíritu.
Poesía en el ambiente, miradas, pieles que se reconocen,
placer resbalando por encima de los poros,
lentamente va penetrando en la epidermis.
Recorre todos mis sentidos.
Gusto, el sabor de su piel, de su polla en mi boca,
néctar goteando,mi lengua saboreándolo,
su lengua recorriéndome pausadamente, labios que abrasan.
Tacto, mis dedos alimentándose de caricias,
el contorno de sus músculos,
manos manchadas de ternura.
Olfato, ese suave olor a hombre, inconfundible, único aroma,
tibio, denso olor a sexo en el aire.
Oído, sus susurros en mi oído erizan el vello de todo mi cuerpo,
suspiros que me encienden, tiemblo.
Vista, me deleito mirando su cuerpo compacto,
su polla en estado incandescente, la lujuria en mis ojos,
dorada luz de velas, penumbra que acaricia.
La noche nos envuelve, el tiempo se detiene.