lunes, 22 de marzo de 2010

Miércoles



Como un orfebre saca la caja de piel dálmata con los utensilios y se acerca a la cama con cara de vicio, con ánimo de jugar, medio incorporada en la cama, desnuda, palpitante, con las piernas en tensión expectante, le observo como elige su primer juguete, se acerca a mí y lo deposita vibrante entre mis piernas me mira con la cabeza ladeada y una media sonrisa, sentado a mi lado con un cigarrillo en la mano, coje el vibrador con la otra y juega, lo deja reposar en mi coño abierto, húmedo, lo introduce lentamente, sale, entra, lo mete hasta el fondo, empuja con fuerza, mientras me arqueo, tiemblo, me sonrío porque en ese ínfimo instante descubro nuevamente esa capacidad que tiene para sorprenderme con sus juegos, siento una oleada de placer subir por mi columna estallando, me hace gemir, la luz entra por la ventana y resbala por mi piel, me agarro con las manos a las almohadas, mis piernas arqueadas, cambia de utensilio y sigue jugando, hace fotos, me trabaja el deseo, me trabaja la piel deliciosamente creando un momento de placer singular.

Nunca se que va a pasar, creo que él tampoco, se deja llevar por su inagotable imaginación y mi carne se deja moldear por sus manos, por sus lascivas intenciones, nos miramos en silencio, mis suspiros envuelven el ambiente de calor mientras me observa derretirme lentamente.

Se baja los pantalones y me estiro en la cama, se que me va a dar lo mío, veo su polla húmeda, chorreando, mi cara se acerca y él la sujeta para mi mientras mi lengua lame lentamente el líquido que resbala por su rosado capullo, mi lengua la recorre y mis manos la atrapan, le pajeo, juego con ella con mis dos manos, la chupo, la succiono, la introduzco en mi boca y la dejo resbalar, entra y sale, crece, siento su dureza, su placer y el mío se funden en ese instante en que su polla se hunde en mi garganta, no deja espacio, la abarca por completo, se inclina sobre mi copulando con mi cara, mi cuerpo temblando, mis manos agarradas a sus muslos, hasta que siento la base de su verga pegada a mi boca, taladrándome las entrañas, inhale, sigue profundo, exhale, y sigue, y sigue, convulsiono, me falta el aire y se aparta dejando mi cuerpo estirado en la cama en una serie de espasmos, vibrando, recuperando la respiración.

Me enloquece, me trastorna, me pone fuera de mi sentir su lujuria, como sus piernas me aprisionan a la vez que se hunde en mi y le oigo gemir, hace pausas para luego volver a penetrar mi garganta, darle ese placer me estremece.

Se desnuda completamente y clava su polla dentro de mi, nuestros cuerpos moviéndose en una cadena de posturas que se reflejan en el espejo, nos miramos y esa visión aún nos excita más, abre mis piernas hasta el límite y lentamente se introduce en mi culo, muy lento mientras nos miramos, susurramos……………..
Lento se va clavando, resbalando, abre mis piernas sujetándolas con sus manos y deja caer una gota de saliva directamente entre su polla y mi agujero, le miro con cara de vicio, con mi boca entreabierta y deja caer otra gota de saliva directamente en mi boca, mi lengua la recoge pasándola por mis labios, que guarra me pone.

Siento como mi culo se abre un poco más en cada embiste, como nuestros orgasmos se funden, como su gesto se transforma, como su cara refleja el placer, como su semen resbala dentro de mi, sus suspiros, los míos y su cuerpo cae sobre mi quedando abrazados, recuperando el aliento.

Mis brazos alrededor de su cuello, pegados, le acaricio la espalda, es una dulce sensación, muy dulce.

lunes, 15 de marzo de 2010

he said

"Quiero notar su lengua copulando frenética com la mía, quiero verla, ahí sentada en ese sofá, desnuda, preciosa, perfecta, rubia, sonriente, caliente.

Quiero volver a notar crujir mis huesos, temblarme el pulso, quiero sudar miel cómo sudé anoche miel sobre su cuerpo, quiero verle temblar, quiero oirla gritar, quiero notar sus uñas otra vez.

Sus uñas en mis brazos, en mi espalda, en mi culo. Quiero volvértelo a comer, lo quiero, lo sabes.

Quiero volverme a reir, volverme a reir de placer, enloquecer enloquecerte."

viernes, 12 de marzo de 2010

"Chincheta"



Esta historia no tiene nada que ver con la línea habitual de este “mi” blog, pero me apetece contarla.

Chincheta era el nombre de la gata de E., una buena amiga.
Hace unos días la llevó al veterinario porque la veía muy hecha polvo, después de hacerle una radiografía y demás, le diagnosticó un cáncer, pocos días de vida y le sopló 130 euracos.

Mi amiga compungida, al cabo de un par de días llegó a la conclusión de que lo mejor era practicarle una aséptica eutanasia y dejar que descansase en paz, pero claro prefería hacerlo en casa, ya que ella preferiría morir en el calor del hogar pensó que la gata también, evidentemente que te venga un veterinario a casa para tal menester vale una pasta y no esta su sueldo para semejante dispendio.
Nos lanzó a todos lo colegas un mail pidiendo ayuda en la búsqueda de un veterinario “altruista” que se prestase a hacerlo cobrando en negro para que le saliese más barato.
Por suerte la gata decidió ahorrarle tanta molestia y se murió en un plis plas.

Anteayer cuando mi amiga fue a comer al mediodía a su casa (su ex casa de la ciudad, en la que ahora vive un amiguete y donde ella va a veces a comer por proximidad al curro y para cuidar de sus gatos) se encontró a su amiga/ex vecina “la Pimpollo” con la gata muerta en brazos, la vecina desolada por la perdida decidió no ir esa tarde a trabajar.

Mi amiga E. después de comer se metió la gata en el bolso y se fue de vuelta al trabajo en una tienda de libros, es una tipa encantadora y muy leída.

Solo llegar su padre dueño del negocio le presentó a un chico para que le ayudase a encontrar algo para leer ya que hacía mucho que no practicaba y no sabía muy bien por donde tirar; ella le preguntó que tipo de cine le gustaba, él le contestó que películas tipo “Pulp fiction”, (en este punto de la aventura tal como ella me la relataba no pude evitar soltarle "pero niña y no le enseñaste tu gata muerta dentro del bolso??? hubieses ganado un cliente para toda tu puta vida) E. le pasó a su padre el pesado bolso y se puso manos a la obra en la búsqueda de la lectura más adecuada al individuo en cuestión.

Cuando el chico se largó, su padre le preguntó que coño llevaba en el bolso que pesaba tanto, ella le contó la historia y entre los dos procedieron a meter la gata envuelta en una toalla en una caja de zapatos, hizo crac al meterla dentro pero ya no sufrió, quizás se le rompió una pata pensaron.

Finalizada su jornada laboral se fue a tomar una cervecita con unos amigos acompañada de su gata y luego se tomó el tren rumbo a su casa, ya que ahora vive fuera de la ciudad, total 50 minutos de tren y 20 minutos más de bus hasta su casa, a menos que su novio la esperase con el coche en la estación, que aunque a él le den alergia los gatos a ella la quiere mucho, se conocieron en una fiesta-orgía y desde entonces no se han separado, pero eso es otra historia.

E. decidió que tenía que enterrar a su gata en un pueblo de la montaña donde enterró otro gato que tuvo y así estarían juntos, el caso es que aún le faltan un par de semanas para hacer esa excursión, así que se puso a envolver la gata además de con la toalla con un plástico, a mi me parece que debía parecer un “tall rodó” o sea un rollo de carne para rustir que aquí se llama así, después volvió a meterla en la caja de zapatos, saco algunos alimentos del congelador que ella y su novio tuvieron que consumir y metió la caja de zapatos con la gata en el congelador.

Pronto la llevará a la montaña para enterrarla y que descanse en paz definitivamente.

Esto es amor y lo demás son ostias.

(Esta historia es absolutamente verídica y como se entere E. que lo he contado le dice a la Pimpollo que no me pase más costo del bueno, puff)

sábado, 6 de marzo de 2010

Premeditación


Era un restaurante bonito, moderno, caro, de esos que te hacen sentir especial.

Me sirve el vino, un vino color tono rubí y granate, aroma de grosella, con un toque a pimienta y clavo; el vino tiene para mi un poder afrodisíaco, mi cuerpo se abandona a esa sensación de placer que se va instalando en mi, que me desinhibe.
Una cena deliciosa.
Le observo y recuerdo la primera vez que cenamos juntos, sigue turbándome en cierta manera, es una sensación que contrariamente a incomodarme me seduce, me pone.
Conversamos, reímos, tiene una sonrisa que cuando aparece es como una pequeña descarga, destila frescura y morbo a la vez.

Nos rozamos los pies bajo la mesa, le provoco con mi escote, acerca su mano y me roza el pezón, me amenaza con arrancarme la ropa, me río y enciendo un cigarrillo mientras le miro fijamente pasando la lengua por mis labios de la forma más provocadora que el entorno permite.

Salimos del restaurante y caminamos hacia el parking mientras su mano baja por mi espalda y agarra mi culo de forma contundente.
Bajamos en el ascensor y nos besamos, un beso largo, me pego a él y siento la lujuria penetrar en cada poro de mi piel.
Salimos del ascensor y camina delante de mí, observo aún cierta cojera en su andar, voy detrás suyo y escucho el sonido de mis tacones golpear el silencio del amplio y solitario aparcamiento.
Voy quitándome el abrigo y colgándolo del brazo junto al bolso (premeditación), llevo una faldita corta (premeditación), no llevo braguitas, me las quite en el baño poco antes de salir del restaurante (premeditación).
Llega al coche y abre mi puerta, me acerco y me agacho dejando mi abrigo y el bolso en mi asiento, a la vez que levanto mi culo y lo apoyo en su bragueta, empujándole levemente hasta dejarle apoyado en el coche de al lado, muevo mis caderas frotándole con mi culo mientras mis manos se apoyan en el marco de la puerta con los brazos extendidos y mi espalda arqueada.

Rubia eres elegantemente cerda

Me sonrío sin dejar de contonearme y noto como su polla dura se roza con mi culo, me levanta la faldita y observa que no llevo ropa interior, siento como la exposición de mi culo desnudo a sus ojos, al frescor del entorno, hace que mi coño se contraiga, palpite, se humedezca de forma instantánea

Nena tú te lo has buscado!

Me agarra por la cintura y me desplaza hacia el capó del coche, mi cintura se dobla cayendo encima, mis piernas se abren y siento su mano como me tira del pelo curvando mi espalda cuando siento su polla entrar de golpe, hasta el fondo, inundándome de vicio, muevo el culo de forma obscena, siento su aliento muy cerca de mi, mis gemidos escapan de mi boca al ritmo que sus huevos me golpean de forma salvaje, se acerca a mi oído susurrándome

Eres una zorrita, era esto lo que querías?

Si, sabes que si, quiero que me la claves, que me rompas, párteme en dos, no pares

Mis brazos extendidos a lo largo del capó intentando agarrarme a algo imposible, sintiendo su impulso, llenándome de ese poder que tiene, estallo en una oleada de placer que recorre mi cuerpo, tiemblo y le oigo gemir a la vez que me taladra hasta las entrañas, me inunda el coño y resbala entre mis piernas la tibieza de un orgasmo intenso.
Cae sobre mi espalda, en el silencio de la inmensa quietud que nos envuelve, solo se oyen nuestros jadeos, respiramos entrecortadamente.

No deja de sorprenderme la infinidad de maneras que tenemos de follarnos, de inventar, de alimentar el deseo, de mi insaciabilidad, de mi avidez por encontrar los límites de nuestro placer.

Nos incorporamos, me ayuda a levantarme y dándome la vuelta me agarra con la mano por detrás de la nuca, no se que hay en ese sutil gesto que me desarma, me transmite una profunda ternura, me besa en los labios, besos pequeños, me besa en el cuello, baja por mi escote besándome sin prisa, me besa en la boca, nuestras lenguas se buscan en un beso cálido, largo y húmedo.

Nos miramos a los ojos y me susurra

Ahora siéntate en el coche y estate quietecita.

Nos vamos, aún tenemos el resto de la noche.

jueves, 4 de marzo de 2010

CREEP



So fucking special.

Divertido, si, tremendamente divertido, loco,
follamos como locos, poseídos.
No hay palabras para describirlo,
se ha transformado en el tiempo, pero sigue ahí
y me dejo arrastrar por esa fuerza, por ese pálpito,
por un sentimiento que no se explicar,
que no puedo evitar, que no puedo controlar.
Me hace sentir como en una montaña rusa.
Ha sido salvaje y me gusta.

Maldito...