sábado, 17 de enero de 2009

Ansiedad


Siento tanto cuando estoy con él, y también tanto cuando no está.
Cuando no está siento esa ansiedad, ese mono de tocarle, de mirar su sonrisa, de su olor a hombre, a limpio, de su voz, mono de su sexo, de su boca, de sus besos, de su lengua que busca la mía, de sus mordisquitos en mis labios, su saliva en mi boca, sus manos tocándome, sus dedos metiéndose por todos mis rincones, lubricándome con solo mirarle, su piel…
Cuando no esta pensar en todo eso me altera, esos pensamientos me persiguen, cuando me acuesto por la noche se hacen más evidentes, más claros, y me retuerzo entre mis sabanas deseando su cuerpo, deseando estar entre sus brazos.

El delirio es cuando no está pero ya se que falta poco para vernos, cuando ya se la hora, el lugar, el morbo se descontrola, la ansiedad me domina, se me hace un nudo en el estomago mientras intento infructuosamente no pensar en él.
A medida que pasan las horas y se acerca el momento, soy incapaz de concentrarme en otra cosa que no sea mirar el reloj, prepararme para ese momento… para finalmente aparecer ante él con la mejor de mis sonrisas como si nada estuviese pasando, como si nos hubiésemos visto la tarde anterior.

Pero mi corazón se desboca como hacia siglos que no me pasaba o simplemente ya no lo recuerdo, no tengo recuerdos de haberme sentido así hace mucho tiempo, y me encanta, pura locura. No decae, incluso es más intenso cada vez, según pasa el tiempo le deseo más, si es que eso es posible.

Y cuando llega… me contengo para no arrancarle la ropa, para no lanzarme sobre él, le observo, nos contamos nimiedades, nos ponemos al día de nuestros últimos acontecimientos, hasta que voy perdiendo interés y concentración en lo que hablamos, solo pienso en su boca, y ya no me puedo controlar, nos besamos, empezamos a desnudarnos, siempre igual… siempre diferente.
En la sala, en el sofá, de pie, en la silla, en la cama, me come, me devora, me dejo llevar, nuestra lujuria se hace evidente, le como, le beso, el morbo que me provoca es infinito, lo quiero todo, pero lo quiero lento, quiero saborearlo, quiero disfrutar de cada segundo intensamente, y los segundos pasan a la velocidad de la luz, orgasmo tras orgasmo, follamos como locos, siempre, siempre, hiperactivos, vueltas y más vueltas, mucho tiempo, que se me hace tan corto.
Extenuados, felices, relajados, risas, abrazos, besos y más besos.

Volvería a empezar desde el mismo principio, y revivir la puta ansiedad que me provoca no tenerle, esperarle, imaginarle, para luego disfrutarle una vez más.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por tu blog! Es precioso!! Me gusta cómo escribes, cómo te expresas...

Bonito post, muy bonito. Lleno de sentimiento, lleno de lo que sientes,... Y te entiendo...

Moon

Nikita dijo...

Hey Moon, que te voy a contar que tú no sepas, claro que me entiendes.
Gracias.
Un beso, miles.

llibretera dijo...

Divinas palabras, aunque lo mejor es lo que las provoca, tener ahora para echar de menos después, la boca seca en el momento menos oportuno y las brajas mojadas cuando él ya ha salido por la puerta cinco minutos atrás.
Follar, es como comer, a veces te lamentas de que no te quepa más, de que él sólo tenga una polla y tú tanto vacío por llenar... en fin, el sexo, bendito sexo, nos trastorna antes, durante y después.
Y que se repita, por Dios y los clavos de Cristo!!!!

Nikita dijo...

Amén!!!
Oh, Dios! sí sí, que se repita..
Llibretera reina meva, que bien tu por aquí.
Besos

Anónimo dijo...

mmm me haces sentir culpable!!!!!!!!

leti dijo...

y benditas culpas..no creeis???
Besos
Leti

Adolfo Morales dijo...

Yo valgo igual para un roto como para un descosido. Asi es que si no llegase...

Nikita dijo...

P. culpable??? nooo
solo de las cosas buenas.

Leti, benditas culpas, bendita ansiedad que luego se calma...

Denavegantes
Llega, llega..
Yo soy así de intensa, ansiosa.
Gracias je je

Besos a todos