viernes, 12 de marzo de 2010

"Chincheta"



Esta historia no tiene nada que ver con la línea habitual de este “mi” blog, pero me apetece contarla.

Chincheta era el nombre de la gata de E., una buena amiga.
Hace unos días la llevó al veterinario porque la veía muy hecha polvo, después de hacerle una radiografía y demás, le diagnosticó un cáncer, pocos días de vida y le sopló 130 euracos.

Mi amiga compungida, al cabo de un par de días llegó a la conclusión de que lo mejor era practicarle una aséptica eutanasia y dejar que descansase en paz, pero claro prefería hacerlo en casa, ya que ella preferiría morir en el calor del hogar pensó que la gata también, evidentemente que te venga un veterinario a casa para tal menester vale una pasta y no esta su sueldo para semejante dispendio.
Nos lanzó a todos lo colegas un mail pidiendo ayuda en la búsqueda de un veterinario “altruista” que se prestase a hacerlo cobrando en negro para que le saliese más barato.
Por suerte la gata decidió ahorrarle tanta molestia y se murió en un plis plas.

Anteayer cuando mi amiga fue a comer al mediodía a su casa (su ex casa de la ciudad, en la que ahora vive un amiguete y donde ella va a veces a comer por proximidad al curro y para cuidar de sus gatos) se encontró a su amiga/ex vecina “la Pimpollo” con la gata muerta en brazos, la vecina desolada por la perdida decidió no ir esa tarde a trabajar.

Mi amiga E. después de comer se metió la gata en el bolso y se fue de vuelta al trabajo en una tienda de libros, es una tipa encantadora y muy leída.

Solo llegar su padre dueño del negocio le presentó a un chico para que le ayudase a encontrar algo para leer ya que hacía mucho que no practicaba y no sabía muy bien por donde tirar; ella le preguntó que tipo de cine le gustaba, él le contestó que películas tipo “Pulp fiction”, (en este punto de la aventura tal como ella me la relataba no pude evitar soltarle "pero niña y no le enseñaste tu gata muerta dentro del bolso??? hubieses ganado un cliente para toda tu puta vida) E. le pasó a su padre el pesado bolso y se puso manos a la obra en la búsqueda de la lectura más adecuada al individuo en cuestión.

Cuando el chico se largó, su padre le preguntó que coño llevaba en el bolso que pesaba tanto, ella le contó la historia y entre los dos procedieron a meter la gata envuelta en una toalla en una caja de zapatos, hizo crac al meterla dentro pero ya no sufrió, quizás se le rompió una pata pensaron.

Finalizada su jornada laboral se fue a tomar una cervecita con unos amigos acompañada de su gata y luego se tomó el tren rumbo a su casa, ya que ahora vive fuera de la ciudad, total 50 minutos de tren y 20 minutos más de bus hasta su casa, a menos que su novio la esperase con el coche en la estación, que aunque a él le den alergia los gatos a ella la quiere mucho, se conocieron en una fiesta-orgía y desde entonces no se han separado, pero eso es otra historia.

E. decidió que tenía que enterrar a su gata en un pueblo de la montaña donde enterró otro gato que tuvo y así estarían juntos, el caso es que aún le faltan un par de semanas para hacer esa excursión, así que se puso a envolver la gata además de con la toalla con un plástico, a mi me parece que debía parecer un “tall rodó” o sea un rollo de carne para rustir que aquí se llama así, después volvió a meterla en la caja de zapatos, saco algunos alimentos del congelador que ella y su novio tuvieron que consumir y metió la caja de zapatos con la gata en el congelador.

Pronto la llevará a la montaña para enterrarla y que descanse en paz definitivamente.

Esto es amor y lo demás son ostias.

(Esta historia es absolutamente verídica y como se entere E. que lo he contado le dice a la Pimpollo que no me pase más costo del bueno, puff)

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de "tall rodó" es tan costumbrista, auténtico, jocoso y a la vez, desenfadado, que la historia me ha parecido, además de verídica, natural.

Un beso enorme, amaladísimo.

p.S. Insisto, me ha gustado. ESTO ES AMOR, ¡qué razón tienes!

Luo dijo...

Vaya, amiga nikita, dile a M de mi parte que lo siento mucho..
De los 17 a los 24, vivia a las afueras del pueblo, toda la peña nos traían los animales que encontraban perdidos. Nos juntamos con 15 o 20 gatos, 3 perros y 5 plantas de maría (los bajos se los comían sobre todo, los gatos). Se que es perder a un animal, ser vivo que aprecio más que las personas, seguro. Mi iguana estuvo 1 semana en el congelador, hasta que regrese al pueblo.

Muchos abrazos y el chupito de Jack, ahora mismo, a la salud del corazón de M.

Rodericus dijo...

Ya es la tercera generación de perros que conviven commigo, y cada véz que se ha marchado uno de ellos, un poco de mí también se ha ido con cada uno.

Anónimo dijo...

el costo está muy rico, casí tanto como tú. E. es un encanto, y si, muy leída.

no entiendo el amor a los gatos, yo los metería a todos en el microondas, pero algo tendrán porque si a E. le gustan los gatos, y E. es una gata, digo una llibretera muy leída, pues seguro que los gatos tienen un punto que yo no les veo.

Tengo una amiga que tiene un gato, cuando follábamos el gato siempre daba por el culo, un día tiré al gato por la terraza así como quién no quiere la cosa, vive en un 6º sin ascensor, el gato se mató, yo creía que los gatos tenían 7 vidas, me lo contaba mi abuelo que me hacía aguadillas cuando íbamos a la playa.

en fin parezco jota.

Anónimo dijo...

ah se me ha olvidado, cuando el gato subió las escaleras y le chivó a mi amiga que le había tirado, se enfadó conmigo y no quiso volver a follar.

a follar conmigo.

N. dijo...

La verdad es que a mi me parece una historia un poco gore... A mi también se me murió un gato, pero soy más de llevarlo al veterinario...

Anónimo dijo...

es difícil en mi pero no tengo palabras.Un beso,l.

TORO SALVAJE dijo...

Pues si.
Eso es amor del bueno.
Sólo haces eso por alguien que quieras de verdad.

Besos.

Asturiela dijo...

eso es amor y no pavadas. ya lo has dicho.
un beso y buen blog ya te estaré leyendo.

aunque esta lectura me supongo será mi favorita. tengo una debilidad por los gatos y una muestra de verdadero amor me ha pillado.


besitos.

Mónica dijo...

Menuda historia guapa!
Joder con tu amiga E y su gato...

Besos

Dr.Mikel dijo...

Mi querida Niki, el amor que se le puede procesar a un bicho, solo lo puede entender quien conviva con un animal en su casa.
Te puedo asegurar que Enriqueta, mi labradora, es mucho mas fiel, mas cariñosa, y mas leal que ninguna de las que ha pasado por casa.
Petonesssssssssss

Hungry Heart dijo...

Joder, sin comentarios me ha dejado la historia, mezcla de ternura y mal rollo, la verdad.
Ahora miraré de forma diferente a las mujeres que caminen con bolsos grandes :).

Lo que sí que es una suerte es que no se muriera la vecina, porque cargar con ella todo el día... (sorry por el humor negro)

Besos

Hungry Heart

Kriissy dijo...

T_______T pobre gatita... Tu amiga E. es una heroína así te lo digo ;).

Leí todas tus ultimas entradas (osea esta la anterior y la siguiente).

Tu blog me encanta porque tiene un estilo bastante elegante, quiero decir no escribes como una rabalera sabes? =).

Sigue escribiendo :)

Besooooss